martes, 3 de febrero de 2015

La apología del tío Fifo 1: Soy un pésimo amigo

Sabes? creo que tengo a los mejores amigos del mundo... pero eso no quiere decir que yo sea un buen amigo. De hecho, comienzo a darme cuenta, que soy uno muy malo, al menos creo, a largo plazo.

Y no es que me esté dando golpes de pecho, simple y sencillamente en que algo que me dijeron me puso a pensar:

"Te deshaces de lo que no te sirve, no de lo que si, lo que si te lo quedas"

Quien me lo decía, me lo  comentaba respecto a las persona, y así lo entendí, pero...

No pude pensar en mi presente y recordar a muchas persona que tenga a mi lado porque me "sirvan", de hecho, no suelo ni me gusta pensarlo así, pero supongo que a veces te sirven para hacerte reir o para hacerte compañía solamente, y me puse a pensar en como llevo mis amistades, o mejor dicho, la gente que me importa que tan "cerca" la tengo.

Están por ejemplo Jazmín, Jazmín, Ara, Q o Maggie,  de las que me he separado porque de cierta manera prefiero el recuerdo que tengo, de las que no quiero siquiera enterarme que siguen con sus vidas o  que no lo hacen, No quiero saber si alguna vez me recuerdan o el papel que jugué o juego en sus vidas, Me enferma el simple hecho de pensar en como se vé  desde lejos el que piense en ellas, me dan ganas de volver el estómago de lo patético que debo verme recordándoles.  Así que es más fácil dejarles atrás, no de lado, atrás y recordarles suspirando pensando que  también ellas estan bajo la misma luna.

También está el caso de Joan, Alan, Zam, Clark, el jefe, Juan Carlos u Olaff, de los cuales no quiero enterarme, porque de cierta manera siento que les fallé, que confiaron en mi y que les decepcioné, que de cierta manera me hubiera gustado seguir a su lado, pero tuve que tomar otro camino, uno que preferí a seguirles tratando con la constancia o el gusto con el que les traté practicamente diario. Pero confío en que están bien, porque son chingones, han salido adelante y serán aún más grandes algún día.

Hay gente como Gisel, Areli, Mel, Day, Neli o la china, con las cuales platico de cuando en cuando, me entero de una que otra cosa de sus vidas y aunque no me quita el sueño, me entretiene y me hace sentir más cerca de ellas. Pero no me son imprescindibles, siento feo, pero el que estén o no constantemente, no me afecta, no destruyen ni construyen. Aprecio en demasía cuando están ahí para escucharme, o leerme y hacen que siga sobre los mismos rieles, pero cuando se desaparecen, curiosamente alguna otra toma su lugar. Las quiero, y mucho, pero eso no significa que les busque, a menos que quiera sonreir un rato, todas son particularmente chistosas y son de las personas que dejan una sonrisa de niño inocente en mi cara cada vez que hablo con ellas.

Por supuesto, Dianita ocupa un lugar en esto, pero es la combinación de los tres casos anteriores con algo más. Le fallé, aunque quizá no  tanto como yo lo pensaría, porque de cierta manera solamente terminó hartándose de mi. Ella confiaba en mi, obvio no de la manera que Poncho quiere pensar, pero confiaba en mi, era quizá la única persona que lo hacía sin que jamás le hubiera dado bases para hacerlo. Y ahora también me doy cuenta que era la persona más estable en mi vida con la que alguna vez tuviera algo parecido a una relación. En verdad me gustaba salir con ella, me hacía reir, me gustaba verla feliz y los pocos momentos en que la ví vulnerable, es quizá la chica más apapachable que conozco, porque es tan fuerte regularmente, que es rarísimo verla así. Sabía escuchar, aconsejar, reirse, burlarse, reprochar, su cara cuando algo la hacía enojar era muy chistosa, porque más parecía que iba a estallar en risas que a golpear algo.  Aclaro, no es nada parecido al un enamoramiento, al menos no como otros que he tenido, es más parecido a perder algo que admiras, o que se te descomponga la computadora o el play, algo sin lo cual tu vida es demasiado diferente, casi vacía. Creo merece su propia entrada en este blog pensándolo bien, ella fué muy importante para mi vida.

Pero no la buscaré, porque al igual que con las demás personas, creo que está mejor sin mi. Creo que he podido crecer y seguir sin toda esta gente, sin todos estos casos en los que me agobia el ser humano y tener que tratar con las personas y la sociedad en general. Tener que memorizar detalles, priorizar y categorizar recuerdos, asignar importancia a las cosas... Y esas persona también han crecido y mejorado sin mi, han encontrado caminos en los que son felices y han llegado a puntos donde el viejo tío fifo ya no es tan necesario.

Lo admito, si hay gente de la que necesito y quiero, y por eso ni siquiera les menciono, así como también hay otros de los que me quiero deshacer aunque es difícil por los lazos que nos unen. 

Soy quizá, el peor amigo de la historia, por dejar atrás y olvidar a toda la gente que le debo el lugar al que he llegado, el estar entretenido en los peores momentos y el haber tenido los mejores momentos. Es también quizá, algo infantil el hacerlo, el no mirar atrás ni agradecer a toda la gente que me ha apoyado, pero... no quiero manchar los recuerdos que tengo de la gente, ni el que ellos tienen de mi, no quiero que me vean tal cual soy hoy y se den cuenta que no soy, ni en un 20% el mismo que conocieron, pero a veces me gustaría que vieran eso, que olvidaran al viejo yo y observaran como soy ahora,  pero me dá miedo también. 

Igual y exagero, quizá solo terminó mi misión para con ellos... pero hay alguien, y creo que es obvio, por quien si me gustaría dejar de lado esta actitud pendeja, ojalá me alcance el tiempo y sobre todo, los gumaros para al menos poder expresárselo alguna vez, le quiero de vuelta en mi vida, así me cueste mi soledad ^w^