Admito que a veces olvido quien soy.
Me dejo perder tan fácilmente que creo que en realidad, no me agrado tanto como yo quisiera, de ahi mi necesidad de guardar un pedazo mío en cada persona que conozco, para poder recuperarlo después.
Es un proceso que he usado durante años y no me ha fallado, hay gentes que han tenido piezas más grandes, en las que confío y no me han fallado, ni creo que lo hagan, es más probable que yo lo haga jejeje.
Ahora mismo me encuentro en un proceso parecido, si bien no necesito juntar mis piezas puesto que no me siento incompleto, si creo necesario llevar a cabo algunos ajustes, por ejemplo, la obsesión por el trabajo es algo que ya me estaba empezando a pasar factura, y que de hecho aún lo hace.
Me doy cuenta por algo... estoy pensando más.
Si, para el lector asiduo no debería de sorprenderle mi dichosa adicción al overthinking. Pero hay cosas que me empiezan a resultar obvias, lo cual me resta demasiado en mi capacidad de sorpresa, llegando al punto incluso de tener que emular emociones o fingir que puedo dejar pasar las cosas sin que me importen.
Necesito un reset.
Hay un tema en especial en el que me siempre he padecido, las ellas. Y es quizá todo ese velo de misterio que envuelve a la actual lo que me ha llevado a estos estratos. No es agradable, en especial porque estoy llevando al límite ese poder que decía mi madre de "ver lo bueno en lo malo" y la otra "virtud" que tengo de siempre querer ayudar.
Antes, creo, era más fácil, una peda con el jefe, otra con Dayron, una buena plática con Poncho y todo quedaba de lado, volvía a ser yo. Volvía a un status quo en el cual puedo funcionar sin atosigarme de información y sin estar calculando cada movimiento, frase, mensaje, indirecta y reacción... simplemente me valía.
Podía poner de nuevo mi mente en blanco, hablar con mi totem y con mi sabio y preguntarme cual era el rumbo al que quería encaminar mi vida. Es curioso que ahora que es más sencilla, me resulte más complicado llevarla.
No hay un reto, no hay nada complicado o difícil de ejecutar más que ella. Llegué a una zona de confort donde me estoy dando cuenta que me estoy forzando a buscar algo complicado porque todo se me hace fácil y me aburre. Pero tampoco quiero salir de ahí... me dá miedo.
Muchas cosas empiezan a perder significado, no veo muchas veces el porque esforzarme, además de que siendo sinceros, no tengo un sueño ahorita que sienta yo que vale la pena luchar por el. Cosa que quiero, la tengo. Y actualmente, siento que hay muy pero muy pocas personas de las que quiera aprender algo, pero aún no me siento completo como para enseñar.
No tengo una competencia, no hallo hacia donde crecer, metas que me pongo, las cumplo incluso antes de darme cuenta, pero no lo disfruto.
Y ahora que lo pienso, supongo que es por estancarme en una idea de algo que no va a pasar, pero que soy necio por el hecho de que no estoy acostumbrado a no poder conseguir una meta, no sé rendirme, pero lo estoy llevando al lado malo.
Los resets que conocía involucraban sacar esa parte de mi que pensaba que era algo casi ajeno y utilizarlo para congelarme, para meterme en una crisálida y salir más fuerte, siempre funcionó así. Pero ahora que he incorporado pro completo eso a mi, no encuentro como hacerlo.
Me he vuelto un perro y he dejado que toda esta circunstancia me patee... el vive en mi, es parte de mi, soy yo, pero quizá últimamente no he prestado ni respetado todo lo que aprendí de él, de su sacrificio, de su lucha.
Sé que los colmillos siguen ahí, que sé muy bien como usarlos y que por primera vez, los puedo combinar con lo demás... Si algo se pierde, es porque era perdible, porque cumplió su ciclo y no debe seguir.
Jejeje, me complico demasiado. Y a veces solo debo aullar...