martes, 23 de febrero de 2016

The fire within

Si pues, los Elric, siempre los Elric... o Naruto, o Kenshin, o Clark... siempre héroes, no veo de otra que inspirarme en ellos. Pero no siempre he seguido bien su ejemplo.

A últimas fechas he tenido muchas dudas de mi mismo, y lo que es peor, ni siquiera me había dado cuenta de ello, de cierta manera me formé una especie de capullo que no me dejaba ver hacia el exterior, ni yo quería la verdad.

Refugiado en un recuerdo de grandeza en el cual yo salvaba el día todos los días, pensando que solo con eso iba a poder llegar a cualquier lado y ser el mejor.

Pero, caer en la cuenta de eso, de que era solo un engaño, fué lo que me dió más miedo antes de que me cayera el 40, no el veinte. A medias vacaciones me dí cuenta de que algo andaba mal dentro de mi, de que estaba haciendo las cosas  de una manera que no me gustaba.

Fué cuando me dí cuenta que no era líder de nadie, que a lo mucho era hermano de varios y papá de una, pero líder, como antes, no. ya no. Fué raro, porque de considerarme en la cima de mi cadena alimenticia, de repente me dí cuenta que ya era uno más, justo lo que no quería ser.

Empecé a clavarme mucho con eso, y me dí cuenta que muchas cosas que hacía ya no las hacía, como remediar las cosas en la casa, mediar todo entre mi familia, juntar a mis carnales para una peda, bueno, vamos, que ya ni saludar a Ale por las mañanas hacía. Me clavé tanto en mi mismo que ya no quería saber nada de los demás ni quería volver a la realidad, siendo que poco antes me urgía.

Así, llegó el día que ya tuve que salir al mundo de nuevo y lo primero que hice fué irme a refugiar a donde era alguien, a donde era casi un Dios, donde me querían y de cierta manera, necesitaban. Y estuve feliz con eso, no quería irme de ese lugar seguro, feliz y confortable.

Llegué al punto en que encontré, por buscar, un punto en el nuevo empleo que no me gustara, que me incomodara y que a pesar de echarle ganas no pudiera superar, y de ahí me agarré para querer huir a mi "lugar feliz"...

Lo consulté con mi gente de confianza, de manera que supiera que no me sentía a gusto, sabiendo la respuesta de antemano, planee, mi regreso de manera que estuviera practicamente asegurado... pero no estaba bien, no estaba feliz... había algo que no me dejaba en paz.

Una cosa es asumir el que ya no tienes las mismas capacidades del ayer, y otra es no confiar en ti y que hagas lo que hagas tengas miedo de hacer algo diferente, algo extra, solo porque  creas que vas a fallar. Es posible incluso que esta falta de fé, incluso me haya llevado a perder cosas, no tanto lo que tuve que hacer para llegar a este trabajo.

Fué cuando pensando que quizá esa pequeña flamita que me decía "no lo hagas, no te regreses", merecía el que le diera el beneficio de la duda. Quien me dijo cobarde, quien me hizo pensar si estaba bien el haberme ido de la UnADM era a quien necesitaba, alguien en quien confío más para saber lo que sería bueno profesionalmente para mi incluso que yo mismo.

Y así fuí a ver a Ale, a sabiendas que no recibiría lo que la mayor parte de mi quería, pero que era una de las que apoyaría a la flamita. Cada cosa que dijo, cada mirada, cada acción, sentía como básicamenteme estaba diciendo "me decepcionas, y peor aún, te decepcionas". Y tenía razón.

Yo, el gran lobo rojo, superman, Don Fifo, estaba chillando no por un horario de mierda, sino porque estaba asustado de no ser alabado, de no ser el salvador y de tener que empezar desde cero con varias cosas incluso en contra.

De ser sincero dije, "fuck it!", aún así me regreso, pero la flamita ya no estaba tan pequeña... :)

Lo hablé con mi madre y me apoyo, diciendo que nadie puede trabajar  bien en donde y cuando no se siente a gusto... y en la unadm tampoco estaba a gusto, ese pastel ya me lo había comido y ya las migajas no me interesaban, así que me decidí:

"En cuanto ponga un pie en semovi, tendré una decisión". Pensando en que el camino iba a ser tan horrible que iba a decidir regresarme inmediatamente.

Dios es extraño, el mejor bromista que conozco y un escritor más increible que cualquiera, puede hacer lo que sea porque sus actores hagan lo mejor de si.

Al  tomar la combi, alcancé un lugar sin pelearme ni caerme, donde incluso hubiera podido dormir, pero estaba nervioso por todo y porque había  salido media hora tarde. Cuando llegué al metrobús me tocó un spot sin mucho pleito, donde hasta me pude bajar tranquilo después de pensar en todo.

Cuando bajé measombró ver un cielo perfectamente azul y el sol a todo dar... y fué cuando me dí cuenta que él estaba de nuevo haciendo todo lo posible por "convencerme", pero aún necesitaba otro empujón.

Así que le hablé a una amiga que sé que me iba a mariconear a más no poder, jejeje, porque yo he sido quien le dice que nunca se rinda, que las grandes cosas requieren sacrificio y creo que a veces, podría decir que he ayudado a que mejore su vida.

Y así fué, no me quito el dedo del renglón en cuanto a que estaba mariconeando mucho últimamente, a que algo me había pasado que me había arrancado algo de mi y que no reconocía con quien estaba hablando.

Cuando terminamos de hablar, la flamita ya era un fuego decente, no diré que era un incendio o alguna mamada así, a la fecha no lo es pero lo suficientemente grande como para iluminarme y hacerme ver que si lo único que no me gustaba era mi horario... ¡quizá lo podría negociar!

Al principio la idea sonaba tonta, porque ya le había quitado una hora a mi horario y ahora mi ambición era quitarle 3, pero, bueno, la flamita dijo "pues ya si no, te regresas".

Cuando el jefe llegó le propuse mi horario, de 10 a 7, el mismo de siempre, claro, pero estando más lejos de casa ahora. y el dijo "es tuyo".

No podía creerlo, me había salido con la mía en todos los sentidos, lo había logrado, tenía todo acomodado de la manera más irrealmente conveniente para mi. Mientras me decía las ventajas quetenía quedarme y no regresarme también me dijo que el me había buscado por algo, porque el veía un fuego en mi interior de querer crecer y ser mejor, de salir adelante y de no querer quedarme quieto nunca.

Voltee hacia mi y me dí cuenta que ese fuego del que hablaba, era la flamita que había notado al principio de esto, que parecía antes de  encendedor de la calle y que ahora era una flama de buen tamaño.

Caí en cuenta mientras me hablaba que, en lo que yo había dejado de creer en mi, la gente no lo había hecho, que al final esperaban que tomara la decisión correcta, porque nunca me habían visto rendirme, algunos ni siquiera tener miedo, y aunque eso fuera en mi zona de confort, recordé viejos tiempos donde tampoco bajé los brazos a pesar de no tener nada  favor y todo en contra.

Y asi, al terminar, le dije, "ok cuenta conmigo, me quedo". Palabras que siguen resonando en mi cabeza y haciéndome pensar en un nuevo inicio. Un retomar de mi tendencia hacia arriba que tanto tiempo mantuve, un afrontar mis miedos y mis dudas una a una y salir adelante de todas ellas, usando todo lo que he aprendido para bien o para mal en todo este tiempo.

Cuando se lo fuí comentando a los que sabían, tuve reacciones tan positivas que sabía que había hecho bien las cosas, como cuando en un rpg te vas por la derecha y hay puro enemigo mamado e ítems, lo cual quiere decir que hacia allá está el arma chula. puros mensajes de cariño y uno que otro "te pasas", "te saliste con la tuya cabrón", "ni aguantas nada", jejeje.

El viernes ya había perdido muchos miedos, se me habían quitado varias dudas, estaba listo. Ayer, que me regresé solo, después de salir a mi hora, fué cuando me dí cuenta de algo, que de hecho, ya sabía hace mucho tiempo pero que siempre me ha costado trabajo creer: soy bueno, muy bueno de hecho.

Fanfarroneo de más casi siempre porque es más fácil convencer a los demás que a mi mismo, pero una vez que lo hago, conozco pocas cosas que me detengan.

Es un nuevo inicio, pero ahora tengo más experiencia. Son nueva gente y formas de trabajo, pero tengo en quienes apoyarme, quienes no me dejarán caer y que a veces debo de confiar más en ellos que en mi mismo, porque ellos confían en mi. He caido una vez más, pero me he levantado también, creo más fuerte...

Y digo creo, porque esa pequeña flama cada día crece más, lentamente, ya no como antes que de madrazo hacía un incendio, pero ahora que sé que no solo a mi me alumbra, voy a cuidarla con toda mi fuerza!