lunes, 20 de febrero de 2017

Acknowledge-miento

Te sientas, descansas, miras el techo y te empiezas a preguntar si no hay más acerca de la vida. No es queja, es ansiedad, es curiosidad, es aburrimiento pero al mismo tiempo es esa fuerza que no te deja quedarte quieto y siempre buscar algo más.

En años anteriores hubiera pensado que era  simplemente la vida pidiendo un cambio, que era esa urgencia de moverse que siempre he tenido y que me ha llevado a hacer los mayores cambios en mi existir: dejar la escuela, dejar el trabajo, dejar una relación o hasta un personaje en KOF, pero ahora veo que no.

Si bien si me habla de un cambio, es más bien de un cambio del cual ya tomé el sendero. Las otras veces  apenas empezaba a poner en los rieles las ruedas pero esta vez llega más como para que lo note, que lo tome a conciencia y que aprenda a estar feliz con lo que tengo.

Más específicamente, la relación con Casca. Han sido ya casi nueve meses grandiosos, llenos de cosas pequeñas y chistosas, de disgustos que se debaten y de un crecimiento que no sentía desde hace mucho, aunque esta vez no es espiritual o académico, sino de carácter, de como preocuparme por alguien más y dejar que se preocupen por mi.

No es fácil, pero es curioso como se alineó con el cambio que decidí hacer hace un año en mi vida, tanto, profesional, personal y ahora hasta sentimental: dejar de ser el héroe que me había acostumbrado a ser, empezar otra vez (aunque no tan abajo), ir más lejos, arriesgar todo. Ni decir la verdad que yo le gustaba, o al menos que yo lo notara, pero una vez que ya se desarrolló nuestra trama, he estado cobijado por ella.

En muchos aspectos de mi vida se ha vuelto mi fuerza y mi defensa. En casa, lidiando con cosas como Diana o la necedad de mi madre. En el trabajo, con mi desconocimiento de las formas y los modos; y hasta en mi vida misma, con problemas como el dinero o los estudios.

Nada es perfecto, obviamente, hemos tenido discusiones por cosas absurdas o a veces cuesta trabajo dejar atrás al yo laboral, pero una vez que se enfrían nuestras cabezas, hemos podido hablarlo, discutirlo, pedir disculpas y todas esas cosas que hacen que andar en esta vida acompañado sea más fácil.

Recuerdo cuando me decían que estaba cambiando y no lo notaba, o que ya no era el mismo. Muchas veces lo tomé como una afrenta, como si la gente estuviera tratando de decirme que estaba haciendo mal, al final nunca me importó y esta vez no es diferente, es más, lo que hace precisamente rara esta ocasión es que estoy consciente de dicho cambio y feliz con el mismo, sé que estoy olvidando y dejando muchas cosas atrás, pero no es tan malo la verdad, de hecho estoy muy a gusto con muchas personas que he podido dejar atrás.

Si, la vida cambia, te toma de las gónadas y hace que no te quieras levantar ni cambiar las cosas que te rodean, que te hundas y que no quieras más. Y aunque nunca he sido un derrotista, me he dado cuenta que otra vez me había acostumbrado a que algo no fuera bueno y asumir que así sería, pero ya no.

Y entonces, te sientas, descansas, te preguntas si hay algo más... y llega alguien y te dá un abrazo por la espada que sacude tu mundo, y te das cuenta que ese algo más ya está pasando, y que agradeces infinitamente esté sucediendo.