sábado, 16 de octubre de 2010

Un gracias a alguien especial antes de la recta final de la temporada 24

¿Por que? No sé, pero quizás porque la vida es muy corta que nunca terminas de agradecer los momentos buenos, y más que nada a la gente que estuvo ahi. Y curiosamente en varios, has estado tu. No veo que un gracias te lo merezcas, porque no lo creo asi, pero he procurado no exigirte nada y cuando lo he llegado a hacer, has respondido bien.

Y si, quizás el último año fué muy agitado, pero sé que en gran medida fué por ti; quizás empecé a escribir tu capítulo en mi libro sin darme cuenta... aunque vaya que quería escribir ese capítulo, de otra forma eso si, pero quizás esto haya sido más divertido para los espectadores y para mi.

Aún me dá risa pensar en la prioridad que tenías los primeros meses... y de alguna forma me doy cuenta de la que yo mismo tenía, jeje, de haber sabido, aunque de algún modo me lo imaginaba, solo que al parecer me encaaaaaaaanta eso de la sufridera y que entre más sufra mejor será la recompensa.

No puedo decir que por pensar asi dejé pasar chances en mi vida, pero con lo tarado que soy muchas veces interrumpí mi propia vida para darme un momento para imaginarme que estabas haciendo, si estabas comiendo, estudiando como todos los sábados, descomponiendo tu compu (aunque rara vez pasa), peleando con alguien o simplemente pensando en tantas y tantas cosas que han de pasar por tu linda cabeza.

Jajajaja, las veces que intenté apartarte... y creo te acercabas más. Las veces que intenté acercarme... y simplemente me daba cuenta que "nada que ver" jajajaja. Y es que aún no sé cual es el chiste de que hayas aparecido en mi serie, si, ya  van varios capítulos que no serían iguales con alguien más, tan solo porque Wow! a veces me resulta insultante la paciencia que le tienes a la gente.

He de admitir que he terminado haciendo cosas que luego digo "Que pedo!" por ti, nada drástico  la verdad, pero cosas las cuales no esperaría nadie de mi, en cualquiera de mis modos, y lo raro es que lo he disfrutado. Incluso me resulta más comodo pensar que termino haciendo esas cosas por alguien importante para mi vida, que que las hago para que sean tomadas y sumar puntos como lo veía hace ya tiempo.

La diferencia es que, ahora ya sé que si importas, que aunque suene raro viniendo de mi, no eres un mail más o un teléfono más, Ya confío en ti como persona, ya disfruto tus maldades, me alegra el que seas feliz, me encabrona que la cagues y de igual manera sufro si llego a ver que esa sonrisa (que por lo regular veo después de que me sacas la lengua) desaparece cuando estás viendo hacia otro lado y en su lugar queda una carita triste

Aun no sé cual vaya a ser tu papel en mi serie, o si siquiera trsciendas y no quedes solo como personaje de una temporada, pero solo quiero darte las gracias y decirte que te quiero mucho, que cada descalabrada me dá mas risa todavía voltear a ver que estás ahí ofreciendome la mano para levantarme, que me la paso poca madre contigo, que estás bien chistosa, que cuando digo que no quiero perder el contacto pasando la escuela lo digo muy en serio por primera vez en mi vida y que... gracias... si ya sé que ya lo había dicho, pero ni modo de pedir perdón por toda la serie de pendejadas que hago.

Como dicen, cuando dejes de sonreir dejaré de hacer pendejadas, y por este año que te conozco aproximadamente, está difícil que no te rias con las mensadas que hago, las estupideces que digo o las desgracias que me pasan, que para colmo cuando estás cerca suelen pasar mucho jajaja!!!.

TK Jaz.

viernes, 8 de octubre de 2010

Para una amiga muy querida: La locura.

A la locura no accedes como a alguna de las otras "habilidades". Llegas a ella de manera espontanea, súbita y por lo mismo la sensación de rechazo hacia ella es inmediata, te colocas entre los parámetros de la gente que te importa, y, que se supone, le importas, y juzgas a esta nueva amiga como algo malo.

Quizás también porque por lo regular llegas a ella por el hartazgo de lo cotidiano, de que lo real parezca tan... "real" y con tanta importancia, que pareciese que no se puede dejar de lado, ignorar, destruir. Que siempre será lo mismo y tu rutina te consumirá hasta que termines siendo uno de esos zombies de camisa y corbata. Este tipo de sensaciones lleva a que caigas en cuenta que algo debería estar mal.

Y es que a final de cuentas, lo normal, eso que ves a diario y parece correcto, termina siendo aburrido, termina comiendose parte de tu alma. Solo tienes dos opciones, seguir pudriéndote o escapar. Pero, ¿a donde? y ahí está, resplandeciendo como una gota de oro bañada en platino en la cual se refleja la luz refractada por un diamante rosa. Es tu nueva amiga, la prima de Morfeo, faje de Freud y Jung, asesina de delfines, bebedora de mares de conocimiento:  la locura.

Al principio aprovechará tus momentos en los que tu armadura esté tan blanda como el pan blanco para seducirte a que hagas cosas que en tu vida "normal" te cuestionarías y arrepentirías de hacer. Y ahí se la pasa, acariciandote una y otra vez para que le escuches, con esa mirada angelical de niña tierna que no conoce el mal por definición. Incluso cuando algo llega a salir mal, le volteas a ver y ella solo sonríe, y te hace ver a su modo, que todo va a estar "bien".

Vuelves a la aburrición, pero, después de un tiempo, ya no es ella la que te seduce. Buscas tu mismo salir de la monotonía, así que te has aprendido su caricia favorita, su olor ya se funde al tuyo sin que ella siquiera despierte, ya ni siquiera a veces notas la diferencia, vuelves "normal" lo "anormal", claro está, para ti (y con suerte a una parvada de locos y locas con los cuales compartir) porque la gran mayoría sigue en lo que ahora llamas "sueño", y de vez en cuando, solo de vez en cuando le compartes tu "chica" a algún otro mortal que pudiese saber aceptarla, mimarla, consentirla y quizás hasta hacerla suya, o conseguirse la propia.

Hablar solo... en inglés, saber (no solo pensar, saber) que la vida de un animal es más valiosa que la de un humano, arriesgar la vida una vez a la semana, reir con (no de) la muerte, saciar tus ansias con el dolor ajeno, una interminable sed de conocimientos, forjar esperanza, buscar lo inexistente, jugar con el humo, tomar rasgos animales, volver a la inocencia de un niño, enfurecerte hasta que te salte una vena de la frente por cualquier motivo, miedo a lo irracional, creer en algo más grande que todos y todo, seguir las instrucciones al revés, defender lo indefendible, enamorarte y desenamorarte 2 veces al día (dicen que te mantiene joven), exigir lo imposible, defenderte sin importar las consecuencias, tener fé en una causa perdida, encontrar belleza en lo que claramente está podrido, amar una perra, gritar donde sea y lo que sea, luchar por cualquier sueño que se tenga... 

...solo son algunos rasgos de esos que la gente juzgaría como locos, yo les veo normales, les veo cotidianos, risibles siempre, pero a veces tan de diario, que me dan ganas de acariciar de nuevo a mi amiga, despertarle y preguntarle si hay más, si esto ha sido la punta del iceberg, pero, se ve tan plácida durmiendo en mi regazo, respirando al ritmo que late mi corazón, que no quisiera moverla, porque, cuando despierta, se pone loca, jajaja.

Además de que, la próxima vez que despierte, de manera inevitable, será nuestra despedida...