lunes, 7 de mayo de 2012

"Y así conocí a Rigo"

Nada se arregla magicamente. No es que no exista la magia, al menos quiero creer eso, sino que todo tiene un proceso para volver a funcionar.

Me preguntaba al inicio de estas dos semanas que tan duro sería todo esto o si tendría que hacer un cambio importante para poder progresar...

Pero estoy bien, un poco corto, pero bien.

¿Por qué corto? 

La frustración que se unió a la grieta del corazón para formar uno de los periodos más difíciles anímicamente que he tenido, es simplemente el canto de mi propia actitud de superación, que al verse obsoleta por el no tener un reto empezó a acumular energía negativa.

El local del raro me salvó la vida..

El local me deja muchas, pero muchas cosas importantes para mi vida, cosas que había perdido, cosas que no sabía de mi mismo y cosas que fué agradable obtener.

Conocí al Rigo, que aunque lo había visto antes, nunca había platicado con el. Es una buena persona, de hecho, es del tipo de personas que me gusta tener en la vida: es noble, de cierta manera inocente y muy pendejo jejeje. Me recuerda mucho al Pachón o al Poncho y al Kiko de hace ya muchos años, es algo curioso.

La gente en ese lugar es rara... aún para mi, pero en un buen sentido, todos comparten ciertos rasgos, pero tienen tanto que los hace únicos a cada uno en su amnera de ser. Pero tienen algo que había olvidado que tenía, o que por lo menos había inhibido en mi: pasión por algo. 

Si les preguntas más de uno dirá que no, pero se les nota cuando juegan, cuando platican de algún combo, cuando discuten algún precio o simplemente al saludarse, todos aman lo que hacen y les divierte... suena obvio, pero realmente he perdido eso... o había perdido...

Cierto es que no puedo darme el lujo de jugar tanto o cuando yo quisiera, pero tampoco es que lo anhelara tanto, porque las retas que he tenido en los pultimos años son las mismas siempre, y el online por mucho que digan, no es lo mismo.

Conocí a alguien que con horas de agarrar el SF X Tekken ya me daba batalla pero si a lo pendejo!! tanto que me hizo improvisar, aprender,, repasar, en fin, esforzarme. Tuve que aprender a mover a Kazuya para poder jugar contra el, abusando de que yo he tenido más tiempo el juego y que el no conoce a Kaz al menos en el SFXT... y aún así me costaba un huevo ganar cada pinche round... hace siglos que no sentía esa comezón al jugar, esa ansia de aprender algo nuevo para retar, ese sentimiento de querer mejorar...

Y entonces el buen raro me lo terminó de aclarar: esa frustración es porque llevo estancado ya años en lo mismo y he explotado hasta lo más mínimo esa situación para de alguna forma dominar, pero más que nada me he acostumbrado, por lo cual no he encontrado nada nuevo. Esta vez que salí por eso no lo entendía, es el siguiente nivel...

De eggs esto tiene  muchos significados, implicaciones y trascendencia, pero por ahora, por lo que alcanzo a ver, quizás deba dejar ese tema medio tranquilo.

Eso en cuanto a lo personal hablando de cierta manera profesional. En cuanto a lo sentimental también pude al menos  tranquilizarme.

Desde lo que escribí en el post pasado pude ver las cosas de una manera más real, y aunque no me guste ver así las cosas, me ha sacado adelante el poder afrontar las cosas recordando cosas que había sellado y otras desde el enfoque que los demás veían y yo por andar enculado nunca ví.

Tuve, desde que me quedé en casa del jefe cierto recuerdo, cuando el me decía si no recordaba la reja ese día... no recuerdo las palabras, pero si la sensación, el sentimiento... entre furia y tristeza... lo cual explica el porque´hice lo que hice en casa del jefe. Incluso, de haber recordado eso antes pudo haberme evitado muchas cosas...

Así que prefiero no haberlo recordado antes, es mejor, porque me ha hecho entender que siempre hay que sacrificar algo, siempre se debe perder algo para  ganar otra cosa... y dado todo lo que gané y he ganado hasta ahora, entiendo porque perdí todo lo que perdí.

No es algo que quiera hablar ciertamente, después de las pláticas con el jefe y zam, ni siquiera me dieron ganas de comentarlo más que con Dayron y con poncho, y eso porque ellos tienen un enfoque tan diferente de mi, que entre los cuatro me han dado todos los juicios que yo necesitaba más mis recuerdos como para tomar las decisiones que tomé...

Porque al parecer ese es el nuevo nombre del juego: decisiones. Ya que ahora no solo tego que tomarlas sino que me veo orzado a hacerlo y de no haber sido por el agujero tan grande en el que me caí todo abril, ni siquiera tendría algún motivo para tomarlas. Por algo dicen que las cosas pasan por algo.

En fin, he tenido dos semanas maravillosas, llenas de aprendizaje, de mucha diversión, de reflexión, gente buena, etc., justo la calma antes de la tormenta que recetó el doctor... pero esta vez, ¡YO SOY LA TORMENTA!



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