miércoles, 3 de diciembre de 2014

No era para matarme, era para darme una nueva vida

"En cinco años estaremos muertos" 
...
pero hace cinco años yo estuve muerto
...
 bueno
...
casi.

Desde la primera vez que ví Understanding Jane me he cansado de decir eso. Se refiere a que en cinco años la gente cambia lo suficiente como para ser otra por completo.

No sé si he cambiado... Pero supongo que si.

Irremediablemente fué una experiencia que deja huella... o una cicatriz de 25 cm. en el pecho. Y también me empecé a dar cuenta de cosas que no quería aceptar, de cosas que no me facilitaban el hacerme el chico "malo".

Pude ver como la gente se alegraba de verdad de verme, otra gente que me juzgaba como el mayor pendejo de este mundo por haber hecho lo que hice... y gente que veía que no era tan simple como un: "por no dar el celular" o un "es que lo agarraron de malas".
Con el tiempo se convirtió en una anécdota más, heroica para algunos, de terror para otros, pero que al final del día le ha dado a la gente una idea de que tanto soy capaz de hacer por seguir algo en lo que creo.

Fué feo/bonito, ver a mi gente después, algunos me regañaron por arriesgarme, otros por ser tan volátil. Pero todos se alegraban de que estuviera bien.

Y eso me gustó.

Porque me dí cuenta que mi vida ya no era completamente mía, que pertenecía también a toda esa gente que levantó una oración, que miró al cielo recordándome, que me mentaba la madre por ser tan estúpido... toda esa gente que me regresó, o que confió en que no me iría, no tan pronto.

Mi cabeza se llenó de proyectos, de metas, de pensamientos a futuro de cosas que jamás me permití siquiera pensar. Pude ver mucho más allá de mi, por primera vez me dí cuenta que ese potencial que creía tener de verdad existía, no eran solo figuraciones mías.

Me gané mis "colores" como dijo mi abuela al darme mis dos playeras de superman, no tanto por las balas, sino porque empecé a darme cuenta que para algunos representaba esperanza.

Y también me gustó.

A la fecha me cuesta trabajo procesar todo eso. Me tengo que convencer cada rato de que debo de usar ese extra cada que pueda, que la gente confía en que haga ciertas cosas y que rendirme, muchas veces significa que todo se vaya abajo.

Ahora puedo ver el papel que juego en muchas vidas, lo cual me hace sentir orgulloso, pero también es una gran responsabilidad, hasta ahora creo la única que tengo.

Apenas hace poco recuperé al 100% mi brazo izquierdo, ya no me duele con el frío, además de que elegí hacer el tatuaje encima de donde entró la bala, porque al final toda esa experiencia, fué lo que me dejó.

Me despertó. Y hoy, 5 años después, me dá orgullo ver que esa bala no solo se llevó mi asma, sino que mató una parte de mi, una que tenía de lastre y que de tenerla aún hoy en día, no tendría la misma capacidad de aprender todo lo que he vivido, además de que jamás hubiera conocido a mucha gente que hoy en día llevo conmigo a donde vaya.

Nunca lo admitiré en voz alta, pero, esa bala no era para matarme, era  para darme una nueva vida.

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