miércoles, 24 de junio de 2009

La Bestia

-Usame, fuimos grandiosos antes-murmuraba la bestia a mi oido- eramos grandiosos...

Y quizás tenía razón: la incapacidad de los demas para predecirnos, ningún agravio sentimental, todas las libertades...Dios mío! vaya que grande era eso.
Pero, todos aquellos privilegios de la bestia tenían su costo, aunque no para nosotros, si para los demás. El simple hecho de que sufrieran por nuestras decisiones ya volvía todo algo custionable.

-Miren nomás quien encontró su ética después de tantos años-e interrumpia su frase con una risa-admítelo niño, estas tan asustado de la gente como la primera vez que te vi.

Y no erraba mucho. Nunca he sido de esas gentes que les guste ser reconocidas, me da miedo decepcionar a las personas, y la bestia me habia mostrado que si la gente no esperaba nada de ti, nunca se decepcionarían. Pero...

-pero??? Que pero le encuentras a volver a no sentir miedo, no preocuparte, al final, todos deberian adorarte por no ser un mentiroso...

Quizás no mentiroso, pero si un poco hipocrita quizás. Al mismo tiempo de querer agradar o siquiera intentar ayudar, se podria decir que estaba siendo otro, pero hasta cierto punto es algo nuevo para mi, asi que se podría tomar como experimentación.

-Claaaaaro, seguro el no gritarles, el no enojarte y el estar atento a lo que dicen te llevara a algún lado muy importante, si lo mas seguro es que los trates maximo un año y despues poco a poco desaparezcan.

Quizás la bestia no se había dado cuenta de que todo este tiempo tambien había madurado y aceptado que las personas son tan efímeras como nuestros recuerdos de ellas, y para construir esos recuerdos se necesitaba poner atención en algún momento.

-Vale, luego no digas que no te lo advertí: la gente es ogete, es pendeja y miente hasta que le tiras los dientes. Luego no vengas llorando, por aqui voy a andar, recuerda que yo soy tu...

-Y tu eres yo bestia, asi que saldremos adelante cabrón, y quizas no para siempre pero te encontrare un uso de manera asertiva carnal.

Y la bestia volvió a su cueva. Al alejarme solo pude sentir el frío del lugar y a voltear pude ver como esos dos ojos luminosos seguían viendome a cada paso, no sé si esperando que la llamase a mi lado como en otros tiempos... o simple y sencillamente devorarme y tomar mi lugar, de una vez por todas...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

que profundo carnal que profundo dime de cual fumaste de seguro si le hago a lo mismo a lo mejor se pone mas psocodelico tu anecdotario jjajajajajaj

Anónimo dijo...

y ahora es cuando comienza a sonar in-da-ga-da da vida o algo de la banda esta que aparece en vanilla sky que no me acuerdo su nombre jejeje ......ya me acorde sigor ros jajajaj

Albel Skeith dijo...

Quizás soy, yo, quizás es solo que estoy pensando en ello, pero me recordó mucho al Kyubi jaja, y no esta nada mal, en realidad considero que la personalidad es como una especie de lucha entre tu yo y tu otro u otros yo para determinar como reaccionar ante diferentes situaciones y como hacer que estas tengan más o menos peso dependiendo del momento y de la persona tal vez.

Esta entrada me gusto mucho en realidad =P

Fifo Matienzo dijo...

Y la bestia tenía razón: la gente es ogete, miente y es traicionera, pero lo curioso es que aun con todos los huevos de la bestia(battu) aun asi se asustó y no quizo el cotrol el día que se lo cedíeron. Aunque es mas recofortante para mi verlo jugar con el bueno de Juan :3