martes, 24 de enero de 2012

El final del chocolate

Hay algo que tengo que hacer...

Ese algo, es ponerle un final a esto...

No al blog, obvio.

A lo que vivo en la actualidad sentimentalmente.

Y es que lo que quizás pudo haber sido una de mis más hermosas historias...

Se ha convertido en un juego de ping pong donde solamente yo juego.

Jeje, lo cagado es que le pongo un chingo de enjundia.

Es un final más que cantado (y aún así quiero estar equivocado), por la situación, y porque al parecer aún no he aprendido a no entregar de más. 

Es el olorcito que traía atorado, solo que ahora que ya me he dado cuenta que solo estoy echando todo en saco roto (al menos eso creo), no veo porque seguir si me estoy haciendo daño.

Ella es mi enfermedad y mi medicina. En algún momento le dije que yo no la iba a buscar, pero días después le dije que iba a luchar, que iba a hacer lo que tuviera que hacer por estar con ella. Pero...

Si dás y dás y dás y nunca recibes nada. te frustras. Si, lo sé, por la situación nunca debí esperar nada. Pero tampoco debí haberme desecho a este grado, o esperado hasta que, como ahora, ya me duele en serio.

He visto en mi evolución gracias a esto, eso nunca lo negaré, pero cuando lo mismo que te hace crecer es lo que te destruye, cuando solo escuchar su voz puede hacer que este mundo rockee bien cabrón, pero verla tan distante, tan fría, como si no me conociera o quisiera hacerse a un lado, me ha dañado tanto... es hora de tomar una decisión.

Hay una parte de mi que podría incluso aguantar, pero no, esta vez quiero que hable ella, que no me deje tomar la decisión a mi de si seguir o no. Quiero que ella me diga si vale la pena o no el aguantar, el sufrir. Quiero que ella me dé un motivo para seguir con ella en mi corazón o simplemente me estuve haciendo falsas esperanzas todo este tiempo.

Quiero que se acabe esto del chocolate. Para bien o para mal.






Por favor, Rao, dame fuerzas. Ojalá si llegue esa Genki dama que pedí en facebook...


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