Me dí cuenta al leerme, que no me gusta sincerarme respecto a ti, que siempre me guardo cierta parte, me imagino que previniendo que algo salga mal, aunque siendo sinceros, me pregunto si alguna vez ha estado bien esto.
Has sido el mejor regalo que la vida me ha dado y eso que a veces haces que quiera salirme de mi propia piel de como me desespera el que te guardes todo. Pero, entonces te veo, y comprendo que eso es lo que te hace tan maravillosa, tan fuerte, tan grande e increible.
Esa fuerza es una de las razones por las cuales me enamoro de ti cada día, porque a pesar de como te va, te veo tan derecha, tan firme... no lo entiendo como puede haber tanta fuerza en algo tan pequeño como tu.
Hay muchas cosas que guardas, buenas y malas, pero una que no guardas es algo que nadie hace, que nunca la gente tiene hacia mi, no solo sé que me quieres, sino también que me cuidas... es extraño, estoy acostumbrado a estar del otro lado, a ser el que aleja a la gente de él porque hay muchas cosas que podrían hacer que salieran heridos.
Comprendo porque lo haces, es una extraña mezcla de cariño, soledad y disculpa que lo diga, pero de algún modo si quieres compartir tu carga, sabes que aún sin quererlo lo haces, lo cual me dá alegría cuando llega a pasar, porque siento que te estoy devolviendo algo de lo que has hecho por mi.
Esa frase, la de "no necesito a alguien que vea lo bueno que hay en mi... necesito a alguien que vea lo malo que hay en mi y aún así me quiera", es una herencia que tengo de una relación pasada, algo que yo no entendía hasta que te veía reirte de mis pendejadotas, y que cuando supe lo que sentías por mi, sin que yo hubiera intentado ligarte o algo así, porque pensé que no tenía chance de nada, supe que lo sentías aún solo mostrandote lo malo en mi.
A veces pienso en como pudo haber sido, en lo que hubiéramos compartido, lo fácil y lo difícil que hubiera sido hacer las cosas. Quedarme dormido en tus brazos, o platicar hasta quedarnos dormidos. Pasear como si nada quizás conociendo tu lugar de origen y como de que no, traerte a mi bendito San Cristobal. Presentarte a mis hermanos y conocer a los tuyos... conocer a latas... y creeme, que eso es lo más tranquilito que he llegado a pensar. Por la herida que compartimos ambos por nuestro lado, he llegado a pensar en ese tipo de cosas... de esas que usan pañales, jejeje. Estoy seguro que te verías hermosa...
Me hablabas del dolor, de que me habías lastimado y esas cossas. Pero, me haces tanto bien, como no tienes idea, porque te has convertido en mis ganas de hacer las cosas, en lo que quiero más que nada, en mi faro, en mi puerto, me has enseñado que puedo sonreir sinceramente aún, que mi corazón todavía funciona, y funciona muy bien, que debo de tener autoestima real, no mis alardes ególatras de siempre, que cada momento cuenta, porque uno nunca sabe cuando puede ser el último...
Por eso siempre te digo que te quiero, que me importas, que me preocupas. Por eso insisto tanto en que hables, en que confíes en mi, en que no estás sola y sobre todo, que me dejes ayudarte con tu carga. No es arrastrarme, porque yo lo quiero hacer, yo quiero verte bien y tratar de devolverte tu sonrisa. Como lo dije, no prometo sanarte, pero si puedo prometerte nunca dejar de intentarlo.
Se supone que iba a escribir algo corto, para que no diera flojera leerlo jejeje, y lo peor es que se me quedan varias cosas que decir en la cabeza, unas porque preferiría un día encontrar las fuerzas para decírtelas en vivo, otras, porque no sé si decirlas sería correcto y las demás porque ni al caso, ya sabes, cosas del América y así jejeje.
Solo quisiera cerrar, no recordandote que te quiero, sino agradeciendo que me quieras tanto, que te preocupes por mi, que me hayas movido tantas cosas de mi vida, que me hagas sentir Superman, que hagas de este momento de mi vida el más feliz y grandioso que he tenido.
Te quiero Magali...
Aunque no puedas escuchar mi voz, estaré a tu lado siempre ^w^
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