Me empieza a preocupar algo en mi...
No es nada malo... de hecho, es muy bueno...
No hay un cuerpo extraño creciendo en mi pecho (bendito Dios)...
Ni he perdido de nuevo la alegría de vivir... y menos las ganas de jugar...
Es algo más absurdo, algo que sin querer (queriendo) se me empieza a ir de las manos.
Quizá solo sean figuraciones mías, pero se me hace absurdo que ahora que empezaba a creer que siempre si le ladraba al árbol correcto, mi cabeza empiece a voltear a otro lado.
No quisiera pensar que de verdad lo estoy haciendo, pero estadisticamente hablando, es cierto.
Pero estas cosas no son pura estadística o estadística pura...
Aún así... no sería malo... de hecho quizá sería muy bueno. No apostaría mucho, pero al primer indicio, lo apostaría todo... TOOOOOOOODOOOOOO!!!
No quiero pensar así porque no quiero que nada cambie. Así estoy bien y estoy tranquilo, no necesito que otra vez noviembre se convierta en la epítome de la dicha y diciembre el puro lagrimeo cuando la burbuja de realidad se cierre.
Pero ya no veo chiste en lo que aspiraba, me aburre, me agobia, me harta... insisto, justo ahora que los demás veían algo.
Y en el otro caso, admito que de repente despierto y me doy cuenta que soñé con ella porque aún puedo verla como la ví en el sueño, es muy ameno de hecho soñar con ella.
Es de esas chicas estilo Sofía.
Mi siguiente acto no tiene mucha ciencia, voy a seguir con lo que hago, pero... esto que empiezo a sentir es cálido, amable, divertido, interesante... natural.
Creo este mes será mil veces más divertido de lo que creí, en especial porque esta vez lo afrontaré como una persona, no como un ente dividido y por lo poco que he visto, digamos que esta es la versión very hard.
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