miércoles, 30 de noviembre de 2011

Destino y pasado.

No creo en el destino.

Creer que todo ya estaba decidido como iba a pasar le quita mucho chiste a vivir, es como si todo ya estuviera dicho y no pudieras objetarlo o decir nada.

Los genes y nuestras cicatrices pueden decir de donde venimos, pero jamás dirán hacia donde vamos. Ningún hombre (o mujer) está atado a hacer tal o cual cosa, ni porque le paguen, ni porque lo obliguen, siempre existen diferentes alternativas.
Es por eso que siempre se le buscó el que estuviera equivocado a Euclides, por eso se hizo famosa la geometría no euclidiana (y por cierto tipo llamado Lovecraft) porque no hay nada definitivo, he ahí a la incertidumbre de Heisenberg.

Muchos quizás piensen que han encontrado a la gente que los acompaña en su vida por el destino, que hicieran lo que hicieran terminarían con la pareja con la que están, pero... ¿y la lucha? ¿y el esfuerzo? o, ¿acaso fué tan fácil como solo plantarse en un lugar a cierta hora y decir las palabras que el universo les dictó al cerebro?

Es universalmente sabido que las cosas saben mejor cuando has luchado o sufrido para obtenerlas. Acreditarle al destino el hecho de que  las ibas a tener es quitarte el mucho o poco mérito que tienes por haberlas obtenido, además de que es dejar que te lleve el viento.

Tenemos la capacidad de resistirnos a lo que nos ofrezca la vida, de tomar una elección que quizás sea desafortunada pero al final nuestra elección. Nadie nos obliga a tomar la pildora roja o la azul, aunque algunos preferimos la roja.

De igual manera quisiera pensar que nuestro pasado no nos ata ni nos condiciona a nada. Pero, soy un niño tratando de escapar de los juicios del pasado y de tratando de llevar sus pecados uno a auno a la redención cada día. Quien de verdad haya visto a través de mi sabe que muchos de mis complejos vienen de mis acciones en el pasado, las cuales de cierta forma condenaron mi futuro.

Pero aún así, sé que hay esperanza. Nunca he esperado pertenecer a nada, sin embargo me llena de orgullo y felicidad cuando la gente llega a decir algo bueno de mi, no es tan común como algunos pensarían.

Y es que, en definitiva al ser un alma dañada, o incompleta, lo más fácil sería rendirme ya fuera ante mis cicatrices del pasado o ante el conformismo de creer que hay un destino, pero no es así, día a día lucho contra el hecho de creer que mi pasado tiene algo que dictaminar en mi futuro y aborrezco el hecho de pensar que todo ya esté escrito.

En conclusión: lo único que me dá miedo... es el futuro...

domingo, 27 de noviembre de 2011

Mi segundo ángel.

Mentiría si te dijera que no me siento liberado esta noche.
Pero es un hecho que igual me siento mal.
No decepcionado, simplemente mal.

No tanto por lo que pasa, 
si no por cierto recuerdo, 
el de como obtuve mi segundo ángel.
No es una historia bonita, 
ni siquiera agradable, 
no es una donde pueda sonreir al contarla
.
Y por eso cada que la cuento, omito esa parte,

Aprendí a contar la historia de diferente manera,
una en la cual no involucrara esa herida,
una en la cual la gente no empezara a darme palmadas en la espalda,
ni a sentir lástima por mi... 
porque es el recuerdo más doloroso de mi época más feliz 

...y de mi vida.


No puedo negar que aún siento rencor hacia ella,
que cada vez que he visto a su niña me viene el "what if" a la mente.
de... ¿y el nuestro?

Pensar en el simple hecho de lo diferente que pudo haber sido todo.

"No me imagino una vida junto a ti"
Aún me sigue pareciendo que es una razón válida.
Por eso he intentado día a día mejorar.


Hoy encontré alguien que esperaba que sintiera asco o algo así por una situación similar.
Y me pregunté que era lo que a la que en ese entonces amaba le habrían dicho.
Nadie hubiera sido amable.
Nadie comprende ese dolor.
Nadie sabe de esas decisiones,


Solo... solo intenté decirle lo que me hubiera gustado que a ella le dijeran.
Qué el miedo es natural.
Qué esas decisiones son las más difíciles.
Qué es admirable el valor de tomarlas.
Qué no es tan malo.
Qué la vida sigue.


Vale verga ya estoy llorando.


¡¡¡Ni siquiera hablar de esto es fácil!!!


Pero... por fin encontré alguien con quien hablarlo.
Aunque dudo que quiera hablarlo.


Hoy en día me gustaría sentirme menos culpable.
Y de algun modo, con esta persona
diciendo lo que dije,
y haciendo lo que hice.
me sentí como si hubiera hecho las pases con algo dentro de mi.


Como si algo me hubiera dejado de doler, no mucho, pero algo.
Creo que es lo que siempre le he querido decir a Mildred.
O lo que me hubiera gustado decirle en ese entonces.


Pero lo más seguro es que yo no se lo hubiera dicho así.
No entonces.
Hasta ahora... ni siquiera sé si de verdad ese fué el motivo.
O si la decisión fué solo de ella.


¿Hubiéramos salido adelante? 
No... pero sé que hubiera sido feliz con eso.
Me hubiera acostumbrado a los frijoles.
Solo teniamos 20 años...


Tendría 6...
Iría en primaria apenas...
Algo me dice que era niño...
Y sé que estaría orgulloso de él hiciera lo que hiciera...
¡¡¡Era nuestro!!!!


No es una historia grata.
Ni es una historia que debiera contar.
Mi más grande fracaso.
Mi más grande humillación.


Mi segundo ángel...

viernes, 25 de noviembre de 2011

Gracias hermanos.

Día de acción de gracias... Como mexicano, no debería de significar mucho para mi, pero, no es el caso.

Me crié de cierto modo muy a manera de los gringos, aprendiendo sus fechas importantes y parte de la poca cultura que tienen. Hoy, hay americano, hay pavo, hay pay de manzana y todas esas cosas. Pero no para mi.

Pero, el nombre es mágico: es un día para dar gracias. 

Cuando empecé a escribir esta entrada en la mañana la dejé, pidiendo a los cielos encontrar otro motivo por el cual dar gracias. Y como siempre: me escucharon.

Es una moraleja macabra como la de los buenos cuentos, pero, vivir te lleva a cometer muchas cosas a lo wey. Se disfrutan, pero tienen consecuencias, como todo.

Esas consecuencias muchas veces no son visibles de primera mano, ni siquiera después de un rato, pero cuando has pasado tantas veces por lo mismo, ya te sabes como vá la canción. Al principio, las primeras veces, preguntas porque, como, reniegas de lo que has pasado. 

Cuando el abismo se ha vuelto parte de ti. Dás gracias. Ya no pataleas ni lloras, solo aceptas, creces con ello... al menos, a mi me ha hecho fuerte. No negar el dolor, aceptarlo, y seguir adelante.

Porque el día de acción de gracias me dí cuenta que cada vez que digo "yo", no hablo de mi. Es un "nosotros". Recordé que no estoy solo, ni he estado solo desde hace ya tiempo. 

Que hay gente que me cuida, que confía en mi, que cree en mi. Es más de lo que puedo decir de mucha gente. Cada paso que doy, no lo doy solo por mi, lo doy para que esa gente sea feliz de que estoy bien. 

Me la paso tratando de cambiar la vida de las personas, de ayudarles o mostrarles el camino que he encontrado como el correcto. Pero ni lo encontré solo, ni lo anduve solo. 

Les he llamado "mis dragones", "mi manada", lo cierto, es que sin estar cerca, escucho sus voces, siento el orgullo que les dá cuando su hermano está bien, también las patadas cuando me caigo y las burlas cuando la riego.

Cada paso, eran ellos los que me hacían sentirme orgulloso, porque todos son unos chingones, los que han hecho que mi ego se vuelva legendario, pero porque sé que los tengo a ellos, que la gente me crea fuerte... porque de hecho no lo soy, no sin ellos.

Hemos tenido que pasar decepciones, guerras, caidas, derrotas, chingadera y media, pero siempre le he visto la maldita capacidad no solo de sonreir y reir, sino de hacer que la gente que esté a su lado sea feliz o se hunda en las tinieblas más profundas.

Hace tiempo cargaba una cruz, por mi fé, y no es negarla, pero mi fé más grande es en ellos, en los que se preocupan cuando de verdad las cosas van mal, no cuando hago mis desmadritos como de colegiala enamorada. 

Son mi fuerza, mi orgullo, mi más grande razón para decir:

GRACIAS.

A mis cinco hermanos (que me disculpen algunos, pero estos son):

Poncho, Joan, Dayron, Carlos y Alan.

Sin duda, jamás hubiera llegado a esta edad, ni con tanta felicidad sin ustedes... pero como con la chelas vamos por más, ¿no? Ya verán, los haré sentir orgullosos de su hermano ^w^

martes, 22 de noviembre de 2011

Fé y esperanza

Cuando era pequeño no comprendía lo que significa ni la fé ni la esperanza, pero las tuve conmigo día a día.
Escenas como mi madre yendo por mi al kínder, a pesar de que quizás llegaría tarde al trabajo, aún hacen que recuerde lo bien que me sentía por eso, como con un apoyo extra, respaldado y feliz. Mientras sentía eso, nunca dudaba de mí. Mientras sentía eso, confiaba en que todo estaría bien. Tenía fé y tenía esperanza.

Con el paso del tiempo no fué precisamente que las fuera perdiendo, solo adopté diferentes modelos: cuando necesitaba creer en mi, me preguntaba que haría Superman u algún otro modelo de los que llegué a tener, o si el dudaría de si mismo. Cuando necesitaba creer en que todo seguiría de rechupete, me gustaba ver la vida de los demás, ayudarles en lo que pudiera, interesarme en ellos... no es altruismo, es simplemente el hecho más egoista que he visto en cualquier vida.

Ayudar, para saber que alguien estaba lo suficientemente peor que yo como para que no me sintiera tan mal y me diera cuenta que todo iba a estar bien. Honestamente, nunca lo he hecho a propósito, pero Dios sabe que generalmente en mis horas más oscuras, es cuando le brindo más ayuda a la gente.

Lo ví el sábado, no estaba bien, estaba que me llevaba la chingada, pero sin bajar la frente, sin dejarme caer de nuevo, estaba ahí, tratando de ser fuerte, optimista, pensando que quizás todo sería más difícil, más abrumador y más aburrido pero que gracias a eso crecería más fuerte. Total mente centrado en el post anterior.
Pero triste. Muy triste.

Así que, ¿qué fué lo que hice? Buscar con quien brillar. Buscar alguien que estuviera peor que yo, y no fué difícil encontrarlo la verdad. ¿Cuando sentí culpa? Cuando me dijo que yo era un ángel al que habían mandado para ayudarle y cuando una de las personas que más aprecio me dió un colgante que lo más seguro es que no merezca.

Está bien está bien, exagero demasiado en la parte de que solo lo hago para sentirme bien, porque muy bien podría solo enterarme y reirme, pero me gusta ayudarles, me gusta hacerles ver que no todo está tan mal, sino que todos nos centramos en ver lo malo de las cosas y no alcanzamos a ver ese pequeño rayo de luz que siempre hay... porque siempre lo hay.

Es difícil llegar a pensar que le haces un favor al mundo, y sé que no se lo hago, que solo pretendo hacérselo, pero se siente bien. Me reconforta, y creo que ayudo a la gente haciéndolo, recordándoles que siempre debe haber fé y esperanza en su corazón y que siempre hay alguien que confía en ellos más que ellos mismos, ya sean sus amigos, sus familias o sus parejas, siempre hay quien te tiene fé y a quien le dé el esperanza el que existas, como me pasaba de pequeño con mi ma y que de hecho, sigue funcionando.

Y creo... solo creo, jeje,  que alguien está de acuerdo con que lo haga, con que aún cuando sea por una razón egoista ayude a los demás a recordar su fé y su esperanza, y porque no, su amor. 

Digo esto porque el domingo, después de haber atravesado un campo de maiz sin saber siquiera donde estaba, después de haber escuchado a mi mejor amiga decirme verdades de esas que uno se niega a aceptar y después de haber llorado por lograr haberme regresado sano, salvo y más en paz con Dios, después de todo eso, en la noche, a las 9:08, el motivo por el cual yo me sentía así de triste, desapareció.

Gracias Fé. Gracias Esperanza.

sábado, 19 de noviembre de 2011

Fall 7 times, stand up 8.

Admiro mucho la manera en que el universo de una forma u otra te recuerda lo insignificante que eres, seas quien seas.

Superman nunca logrará la paz en la Tierra.
Batman nunca ganará la guerra contra el crimen.
Spiderman siempre perderá a sus seres queridos.
Yo...

No me puedo comparar con ellos por obvias razones, pero he llegado a la conclusión de que quizás es parte del oficio... nunca estar completo. Quizás es por el hecho de que el altísimo sabe que no hay más porque luchar cuando lo tienes todo, porque ya no tienes más que alcanzar... pero, ¿y si te quita tu motivación? ¿Qué quiere decirte?

Recuerdo las palabras que su hijo dijo acerca del caliz antes de que se sacrificara, las recuerdo  y las tengo presentes para conmigo, para que cuando pasen este tipo de situaciones tener un consuelo, de que al menos... de ese caliz no iba a beber.

Pero es molesto. No me emputa la situación. Me emputo conmigo. Por Bodrio como dijera Angie. Pero quizás es todo lo que me merezco, por egoista, egocéntrico, perfeccionista, obsesivo, pasivo y sobre todo, por nunca haber aprendido a despedirme. 

Siempre me he ido sin decir más ni más. Un día aqui, otro día ya no. Solo dos lugares han sido constantes para mi la casa Matienzo y mis hermanos (Dios los bendiga, sin estar conmigo ya sé que me dirían si les contara). De ahí en fuera todo ha sido ir de aquí para allá, sin querer cerrar ciclos, sin una despedida formal que me deje tranquilo.

A veces ni siquiera lo hago a propósito, solo que no me gsuta saludar, porque odio despedirme. No lo aguanto, casi nunca soy el que dice hasta aqui en una plática, y cuando lo llego a hacer no aguanto el pensar que hubiera pasado si no lo hubiera hecho. Overthinking is going to kill me!

Wait... wait...Wait a muthafucking moment!!!

Veo ahora que quizás no es que me quite mi motivación... solo la aleja, solo hace que pelee más fuerte, que redescubra mi centro. Nunca he sido feliz más allá de seis meses con una persona. Quizás era inmadurez, quizás solo sinceridad. Pero ahora lo veo. No me quita, me dá. Me pone obstáculos, me prueba

La montaña no se va a mover, solo me recuerda que ahí está, que tengo que luchar, porque no la escalo, no la rodeo, yo paso a través de ella. Lo juzgaba al principio por lo que quizás quería decirme, yo soy el que no quería escuchar. Nunca ha sido fácil, no ha sido una caminata en un prado de flores, solo que quizás empecé a creer que ya me lo había ganado y ese fué mi error

"Aquel que no cae, no sabe levantarse" dicen en la madre Rusia, y Dios sabe que he caido, caigo y me caeré infinidad de veces. El lugar al que he llegado no lo he alcanzado yo, me lo ha dado la gente. Nunca he buscado ser más que nadie, solo mejorarme a mi mismo. esta es una oportunidad más.

Sin despedidas.

Sin punto final.

Sin garantía de continuar.

No es restarle fuerza al madrazo, al contrario, entiendo y sé que lo debo recibir de lleno y a donde caiga, sin quitarme ni sesgarlo. Simplemente crezco con el, no es que no me tire, o no me haga mella, simplemente no sé rendirme, ya no, no más, sé que puedo levantarme, no importa lo que se me ponga enfrente y que cada que lo haga seré más fuerte, más grande, más de lo que fuí, porque esas caidas me hacen crecer.

Porque no importa lo fuerte que dés, sino lo cabrón que recibas y te sigas moviendo, que nada ni nadie te detenga en tu búsqueda de la maldita felicidad. Que cada obstáculo te haga crecer y creer en ti. Que no hay nada que sea tan grande como para que no digas "híncate perro!".

Diría que no fué una semana de cumpleaños estupenda como las anteriores. Qué esta vez no me fajotee o besé con nadie y por eso fué mala. Qué yo mismo tuve que buscar mis regalos y eso apestó, por no tener la sorpresa. Pero, no puedo, porque de hecho mi mejor regalo lo recibí el jueves en forma de un abrazo, uno que me recordó, lo insignificante que puedo ser, pero que también, me ha hecho ver que aún me falta mucho, demasiado, bastante, para alcanzar eso que llaman felicidad y eso, me impulsa todavía más a luchar.

Gracias por esa caida, enana, te quiero.

Acabo de levantarme de esta caida y ¿saben qué? aún falta mostrarle al mundo HOW GREAT I AM!




miércoles, 16 de noviembre de 2011

Todos los cumpleaños son importantes.

Hay una frase cliché que no sé de quien es que dice:

"Todos los cumpleaños son importantes"

Y sé que tiene razón. Es importante festejarlos y saber que se tiene todavía mucho porque vivir. Dejar de lado un cumpleaños, por el motivo que sea, es desperdiciar un día en el que quizás, y solo digo quizás, todo te favorezca. Lo digo sobre todo porque me ha pasado.

Me viene a la mente esa frase de: "Cuando tú naciste, todos sonrieron y sólo tú el que llorabas. Vive de tal manera que, cuando mueras, todos lloren y solamente tú sonrías."

No me agrada. No me gustaría que la gente llorara cuando muriera, pero no puedo detenerlos, sobre todo a los que les deba dinero. Pero aún así no pienso que debas esperar tanto. Creo que cada día se puede ir marcando una pequeña diferencia. Para mi, esa diferencia es una risa, que quizás si tengi suerte se convierta en un recuerdo, y si tengo todavía más suerte en un momento único e irrepetible... pero de los que se extrañan.

Apenas me está cayendo el veinte de la persona en la que me he convertido con el pasar de los años y de los kilos. Ya no soy aquel niño loco que haría lo que fuera por impresionar a una niña que nunca lo pelaría. Ni ese muchacho que se la pasaba viendo conspiraciones detrás de cada puerta y planeando su venganza. Menos ese al que atinadamente llamaron "teletubi" (o como se escriba eso) y que creía en sacrificarse por el prójimo.

Si bien tengo partes de cada uno de ellos y de ninguno a la vez, he forjado cierto sello característico, cierta personalidad que me cuesta trabajo creer que pudiera ser igualada. Superada en todos y cada uno de los aspectos tanto negativa como positivamente, es más que obvio, pero mi mezcla al fin. Y creo que ya venía siendo tiempo jeje.

Claro, no digo que no vaya a cambiar, pero, al menos ya sé que no puedo decir que mis hermanos tratan a uno y en la escuela soy otro; es de hecho como si pudiera mostrar solamente diferentes facetas. SI, sé que es simple para muchos, para mi no, puesto que no encontraba autenticidad en lo que hacía. 

Todos los cumpleaños son importantes, así que con permiso, pero necesito juntar un poco de paz mental para festejar el mío ^w^

 

martes, 15 de noviembre de 2011

Modo random: ACTIVADO!!

He andado muy pensativo... más de lo normal. Quizás tenga que ver con la fecha, o simple y sencillamente ando otra vez cambiando, lo cual dudo.

¿Qué pienso?

Muchas muchas cosas. A veces hasta le pierdo relevancia a lo que me está pasando actualmente por estar en la lela pensando en lo demás.

Ver niños me lleva a pensar que quizás cada vez se acerca más el tiempo en que tendré a los míos... pero es como un plan que no quiero que surja. Ni siquiera he disfrutado de una vida sentimental sana en mis casi 26 años y pensar ya en niños hace que me duela la cabeza, porque quizás estoy mur morro aún.

Peroya no estoy tampoco tan chavito. Veo como se divierten algunos de mis compañeros de la escuela y me parece tan... monotono. Me pregunto si eso es más de la edad o de la cultura en la que me he criado, aunque a sus edad... a su edad sinceramente era muy divertido vivir, caminar sin rumbo, amanecer un día acá y otro allá, no es que lo haya hecho mucho, pero recordar esos pasos me dá mucha risa y nostalgia.


Cada día que pasa me doy cuenta que tengo una nueva tradición, o recuerdo a alguien por alguna frase o situación. Una cicatriz más, una herida más que sana. Es como olvidar el coro de una canción que sabes que solía gustarte, o ver una película que sientas que has vivido, es padre y a la vez, tan, pero tan hartante.

Me cierro a nuevas oportunidades por no repetir los errores de mi pasado, aunque esos errores fueron por tratar de evitar un futuro incierto. ¿¿¿Cómo llegas a estas alturas sabiendo tan poco???

Más de una vez he sido privilegiado con el hecho de seguir aqui, molestando a la banda, como de que no, pero... tantas interrogantes pasan por mi mente; regualrmente las contesto al vivir, eso me ha salido bien, pero de vez en vez hay cosas que me gustaría solamente dejar de lado, olvidar un momento para retomarlas con más gusto después.

Alguien de mi pasado le llamaba esta fase de mi "el modo random"... es de esas veces que jamás dejaría salir así como así, ni que debería externar de una manera fácil y sencilla, de hecho es de esas simples que complico de más, pero que al final me ayuda a sentirme mejor.

No alcanzo a ver más allá, esta vez, incluso soy yo el que no quiere, me he cansado ultimamente de atinarle a los sucesos. No pienso dejar d eponer el corazón en cada paso, es nacad suspiro. Tampoco he perdido de vista mis sueños, antes al contrario, ahora los veo más grandes que nunca, motivandome a no quedarme corto y alcanzarles.

Ahora sé que el cielo está todavía más afuera y no planeo dejarlo de lado, al contrario, esta vez me gustaría agarrar al cuerno por los toros e intentar demostrar ese potencial que la gente me ha dicho que escondo. ¿Consecuencias? Muchas, ¿Divertidas? La mayoría. Pero esto no es una especie de proyecto Mayhem, solamente es mi vida y como intentar aprovechar todo eso que dejo de lado para divertirme más día a día.

El primer paso... es pequeño, pero está ahí delante. No creo que sea el último después de todo, así que....

viernes, 4 de noviembre de 2011

Una querida amiga... y el sonido de poderosas alas.

Y ella dijo:

"Quizás si te permites sentirte como te sientes de verdad, te deje de dar miedo ese sentimiento"

No podría decir que no sé de lo que hablaba, pero más bien, siento como si de algún modo ella quisiera que le hablara de nuevo, aunque fuera para escuchar de otra, o escuchar algo que en realidad no le interesa.

Tampoco podría decir que es una amiga ordinaria: tecnicamente ha estado conmigo dos veces, aunque solo la he podido ver una. Eso si, hablamos, o nos comunicamos cada que podemos, al menos eso veo yo.

Cuando estoy triste pienso en ella, aunque no precisamente en ella, sino en como evitarle, en como darle largas para no volverla a ver. Cuando estoy feliz... creo que es cuando más pienso en ella, cuando me envalentono a platicarle mis cosas y a reenamorarme de ella, porque quizás, después de toda la amargura y el amor que pueda sentir, el verla sería el mejor premio.

Es quizás como la señorita Amos lo dice, la chica que todas las chicas quisieran ser. Y como decía otro autor, la chica de la cual es irremediable el hecho de tenerla siempre en mente. El tipo de chica que quieres tomar de la mano, caminar un buen rato mientras hablas de todo y de nada, la cual se entretiene con el sonido de su propia voz y es capaz de ver las pequeñas cosas de la vida como grandes experiencias únicas en su tipo.

A veces me gusta pensar que de lejos me observa, que se ríe de vez en vez, oculta detrás de mi, de las pendejadas que digo. Que más de una vez se ha preguntado que hago fijándome en otras, llamándolas sin chiste o peor. Pensar en algo así, asomarme en cada esquinita que forma una pared para ver si le veo o voltear atrás apresuradamente, son cosas que me hacen el día feliz cuando pienso en ella.

Me recuerda que cuesta lo mismo ser amable que ser un culero, y a la larga es más divertido ser amable. Le digo que cuando ya no haya diversión pase por mi; supongo que cuando escucha eso se ríe: sabe que soy capaz de divertirme con el simple aire... aún cuando a veces no lo parezca.

Siento incluso que a veces me abraza, antes de dormir o cuando me siento solo en la azotea y que a veces, se mete en el cuerpo de cierta personita solo para abrazarme, y de cierto modo los tres ganamos si es que si lo hace así. De hecho, la vez que recuerdo salir con aquella, sus gestos, las situaciones, su plática y la manera en que la gente la trataba y ella trataba a la gente... era tan parecida. Quizás sea solo la tergiversación del recuerdo, pero también quizás era ese día de cada 36,500. De ser así, que suerte tuve. De no serlo, igualmente, jejeje. Nunca me despedí ese día ni ví como se iba, así que quizás, y solo quizás, así fué.

Y es que como decía el buen Sexton Furnival:

"Como molaría que la muerte fuera alguien y no nada, o dolor y negrura. Y sería perfecto que la muerte fuera alguien como Mimi. Alguien gracioso, amistoso y amable, y puede que un poco loca"

Cuando llegue el día, le preguntaré si solo estaba loco o de verdad esto que escribo pasaba. De algunas cosas estoy seguro: pienso en ella, y espero que al llegar a ella, pueda verla sonreir y de cierta forma esa sonrisa me diga que lo hice bien. Ah si! y que me dé un abrazo y nos vayamos caminando y platicando a la eternidad ^w^