El mes que faltaba

Ultimo mes

El último mes del año, que no tendría quizás un lugar tan especial, de no ser porque mi historia no la escribe García Márquez, sino que pareciera que (modestia aparte) se la revienta Gaiman y la dirige alguien todo loco como Bay, Abrahams o Shamalayan.

Diciembre

De la escuela:
Solo recuerdo dos cosas: un desencanto debido a una posible venganza y las presiones de todos los trabajos.

Del asalto:

Recuerdo la agradable sensación de golpear y ser golpeado con la adrenalina hasta el full, la "mordida" que sentí en mi brazo izquierdo, la sensación agradable y calientita de un líquido bajando por mi brazo.

Después, hay dolor... mucho dolor. Mi pecho quemándose y aplastándose cada que jalaba aire por poco que fuera, tanto dolor como para ya no querer respirar... pero soy demasiado necio a veces.
Diciendo pendejadas para que nadie se preocupara de más, calculando todo friamente para que esto no creciera exponencialmente a lo pendejo y afectara de más a gente que no tenía ni tiene porque afectarles... quisiera ahondar en eso:

Sin planearlo o querer planearlo, la gente que se enteró y que me aprecia más, me reclamó (y me reclama a veces hoy en día) porque no les avisé directamente, me dicen que fué una perrada y que no debí haber hecho eso y hay más gente que lo siente pero no lo dice... bueno jeje, yo siempre digo que no quería preocuparlos... la verdad es que me hubiera encantado un pedo como el final de Cadena De Favores aca hasta con velitas afuera del hospital, gente peleandose por pasar a verme y cosas así.

Pero eso sería un premio a la pendejada que hice de arriesgar la vida por la que mucha gente como mi madre, mi hermana, mi abuela o mi hermano Poncho han sacrificado tanto y lo peor, están dispuestos a sacrificar aun mas los muy pendejos, y no merezco ua gratificaión por eso.

Del hospital:

Aun cuando debiera de ser quizás una de mis épocas más oscuras, felizmente no lo es. De inmediato empecé a mentalizarme no en que me habian dado un balazo, sino que había sobrevivido a un balazo (el cual se alojó a milímetros de la ahorta, el corazón y mi pulmón izquierdo y a dos centímetros de mi columna por si alguien tenía la duda^_^), y pensando de esa manera no tuve más que sonreir por lo afortunado que soy, además los doctores y las enfermeras ayudaban mucho diciendo cosas como:

-"hey hijo, te salvaste de milagro, Dios te debe tener algo preparado"

Y cada vez que escuchaba eso se me ponía la piel chinita de pensar en que tenía algo aca super importante que hacer (no digan nada, me gusta pensar eso...).

Si hubo más dolor, muchisimo, hubo más angustia, sobre todo porque a veces me sentía bien y los doctores no decían nada; escribí mucho y muy para mi, muy crudo y sentencioso; aprendí a llorar con cualquier cosita emotiva, desde que me mandaran saludos, la voluntad del fuego o cierta llamada de como un minuto de la voz que más quería yo escuchar (o que por lo menos más curiosidad tenía yo de escuchar).

Y chillaba y chillaba, casi todos los días lloré... pero igual todos los días reí hasta que me dolía toda la herida, sonreí comosi no tuviera nada de malo, y como dijo una enfermera: "cuando te duela mucho hasta se te va a olvidar la pena en lo que te revuelcas del dolor en tu minibatita" y tenía razon jaja, no me volví tan deshinibido como Donato Alfonso, pero vaya que si ahora me vale menos madres el que dirá la gente.

Después del hospital:

No hay mucho... sigo tratando de encontrar la suficiente paz espiritual como para volver a empezar a meditar; veo mi herida a diario, y la veo con cierta tristeza... porque al igual que snake:

"I'm no hero, never was and never will be"

Eso me deprime un poco T_T... pero igual me levanta, porque quizás y solamente quizás, no tenga que ser un heroe en su definición de salvar el mundo combatiendo delincuentes, quizás solo tenga que salvarlo a mi manera, ayudando o pateando traseros, tratando de colaborar con lo que pueda.

La gente ha jugado un papel muy importante en mi rehabilitación, he visto a esos pequeños humanitos jugar una y otra vez con sus corazones, almas y espíritus; extinguir su vida sin siquiera darse cuenta que la tuvieron una; sentirse mejores que los demás por sus bienes materiales, sus ventajas intelectuales o sus avances espirituales; no tengo LA verdad, tengo solo mi vida, y la gente que me rodea, que me habla, que me vé y escucha cada día, toda gente es importante, no los odio ni los amo, pero están ahi, y si no estuvieran ahi, creo que yo tampoco tendría ganar de estar.

Y siguen: las conclusiones