viernes, 12 de febrero de 2010

El primer Goblin al que odio

Como un niño asustado que corre hacia la falda de su mami, quisiera regresar a ser más como era antes, a cuando toda la gente me valía madre y su opinión era tan importante como ellos... cero.



Es mi versión "amo de la justicia". Es la parte de mi que nunca sale dañada, al contrario, daña a las personas, las aleja antes de que le puedan hacer algo. Aun sigo pensando que no pude haberme equivocado tanto...



El gato lleva muerto meses, y nunca me dí cuenta, no lo quise. La benda en mis ojos era tan roja que pensé que lo que alcanzaba a ver era la posibilidad de lograr algo, de quizás y solo quizás tener alguien que me acompañara de la mano.



Practicamente desde poco antes del accidente ya había caducado el minino. Y esa parte es quizás el shock más grande. Es lo que siento más horrible, ponerme a pensar que cada gesto que ví como una posible señal, cada nick que interpreté a mi favor, cada vez que me aguanté de decir cosas solo por no "echar a perder" lo que según había.



Es como cuando penny ownea a wollowitz y el ni siquiera se dá cuenta que penny nunca estuvo flirtreando con el. Me siento lo más bajo... sé leer a las personas como pocas gentes y aún me sigo preguntando... ¿Por que no me dí cuenta antes? ¿Por que quise engañarme? Y disfracé ese engaño con mil y un frases acerca de no perder la esperanza...



Ella nunca me dió alas, ni me ilusionó, ni siquiera abusó ni nada. Fui yo el que se forjó esas alas, el que se empezó a volar cada día más pensando en algo más y también fuí yo quien empezó a dar y dar y dar, sin siquiera abrir los ojos y darme cuenta que... veía cosas de más.



Hoy que ví mi dinero de la beca en mis manos... sentí ese yo antiguo... y fué lo que me terminó de despertar. Esos $700 decían mi nombre en todas partes, y por más que busqué, no encontré motivo alguno para gastarlos en alguien más, ni siquiera por conveniencia, o por convivencia.



Lo que más odio... es ese pequeño goblin al fondo de mi negro y cosido corazón. Ese pequeño Goblin que está cubriendo con su cuerpo un pequeño rayo, de que algún día, quizás,´se pueda. Por más que aviento rocas, ese pequeño goblin sigue protegiendo ese como cristalito.




Y no sé porque, solo de verlo, me dan ganas de llorar.

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