El balance es la onda. Nada mejor que tener la misma cantidad de malo que de bueno, de feliz que de deprimido, o no?
Por años he buscado un equilibrio (que no es simetría) entre las cosas que me pasan, mi manera de ser, bueno hasta las amistades que tengo. Si tomamos en cuenta que mi vida siempre la he visto desde el modelo "calma-tormenta", y que siempre he buscado que se compense lo malo con lo bueno podriamos hablar de un fanatismo por el balance.
Es por eso quizás... y aunque hasta esta edad me doy cuenta que siempre tengo dos caras: el angel y el demonio, el deprimido y el feliz, que al cruzarse dan cuatro facetas. Hacia mi las que importan son deprimido y el feliz. Son aquellas que me hacen escribir o cantar, incluso tomar o fumar. Deprimido fumo mucho, pero feliz tomo más.
Del angel y el demonio... es un asunto que he analizado para saber si soy bueno o malo. Hay mucha gente que me agradece gestos o cosas que he hecho por ellos, pero también hay gente que ha conocido esa otra parte y que no le ha parecido ni lo que he dicho ni el poco autocontrol o el cinismo al hablar.
No sé que faceta me gusta más. Los amigos que tengo aguantan vara a lo cabron. La gente se ha ofendido cada que traigo al demonio a flote. Pocos lo resisten. Pero es jodidamente divertido cuando estoy con mis amigos, es más ellos incluso me ayudan a ser más incisivo en mis comentarios. El ángel es una parte que todos agradecen, pero que siempre me ha hecho daño usar, la gente es muy abusiva, y cuando lo he sacado con mis amigos, la neta es aburrido.
Es como tener a Keshin y a Battousai, solo que aqui kenshin tiene menos participación. Además de que por ejemplo, en la relación del samurai battousai es la personalidad secreta, y en mi caso no sé. Pero me atrevería a decir que es el ángel... muy poca gente me ha conocido asi.
Y lo que siento más feo es que esa gente, cuando termino sacando al demonio... le hago daño, cuando no lo quisiera asi.
Hace mucho que quería ahondar en esto, y la comparativa de Battousai quedó muy abajo... al parecer seguiré después...
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