Me pregunto si alguna vez has tenido la necesidad de despedirte de mi. Lo digo, no solo porque hoy yo tenga ese gusanito... sino porque al que nunca le ha gustado despedirse de nada es a mi.
Y es que decir despedirse... al parecer lo tomo más como algo metafórico. No niego tu papel en mi pasado. No podría, ni quiero, es solo que... a últimas fechas me ha parecido muy pesado seguir cargando con las culpas, resentimientos, miedos y demás que me dejó todo lo que pasó.
No digo que ya no vengas o algo así. Es solo que puedo ver como tu vida ha seguido avanzado y me dá envidia. No solo por tu niña, sino por todo lo que te ha pasado desde hace seis años. Sé que tuviste que tomar al menos dos decisiones de las cuales sería fácil arrepentirte pero de las cuales no te puedes echar para atrás, menos por tu orgullo. No es que yo lo tenga muy bajo, lo sabes bien, pero sé con los años he aprendido a doblar las manos y pedir perdón con la cola entre las patas.
Todo lo que pedí para ti se te ha cumplido: Eres feliz, tu familia te sigue amando, terminaste la carrera que querías en una buena universidad, encontraste un buen esposo y te ha dado una niña sana y que se parece un chingo a ti, hasta se me figura que igual va a ser chaparrita. No es que yo no haya logrado nada hasta ahora... solo que me he tomado más mi tiempo. Y es bueno ver que te vaya bien, sinceramente.
Por eso mismo, y porque yo también quisiera hacer lo mismo, creo que ha llegado el momento de decirle adiós a cierta parte de mi, no es que precisamente esté esperando que estés conmigo o algo así, la verdad es que no, pero si me he detenido mucho a penar, a tratar de enmendar aquello que hice... y a tratar de hacer las cosas para no decepcionarte.
¿Recuerdas la chica de la que te platiqué? La que te había dicho que quería brillar tanto que ella me notara y que dijiste que te daba envidia que ahora yo fuera el que pensara así... bueno, pués me notó... algo tarde jejeje, pero me notó. No hago esto por ella precisamente, hay algo que me dice que no debe ser así, pero si me gustaría, tu sabes, encontrar en ella eso... creo que lo tiene, pero... hay algo...
Bueno... yo... solo quería despedir esa parte de mi. TU parte de mi. Pero no de una manera grosera. Tampoco tiernamente, porque así nunca me iba a ir. Y sé que aún penaré por ciertas cosas de los dos. Pero, contigo aprendí mucho como cagarla, y no sé si esta sea la buena, pero me encanta, así que no pienso cagarla... al menos tan feo.
Te quiero Mildred. Adiós.
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Hace unas horas mandé este texto en un mail... Obvio, sin esperar respuesta, al menos hoy mismo. Hay gente que tiene una familia jejeje.
Todo esto fué por un propósito de año que vengo haciendo desde hace 2 ya, y que ahora en vísperas, sumado a ver las primeras cuatro OVAS de Rurouni Kenshin y a mi situación actual, por fin me animé a hacer. Es un adiós que había postergado, puesto que sabía que tenía que hacerlo, no encontraba un buen motivo para hacerlo.
De igual manera marca un cierre a ciertas cosas de mi vida, ciertas cosas con las que quizás no haga solo las pases, pero que sé que con un poco de ayuda puedo sacar adelante. Además de que, como lo resalto, quizás no sea el momento indicado, pero me gustaría también hacer ya mi propia vida. ¡Aunque me muera de miedo de solo pensarlo jajaja! o más que miedo... emoción... como cuando vas a un lugar nuevo y que no conoces nada de él.
Algunas veces se me ha comparado con el señorito Himura. Basta decir que ella, Mildred, fué mi Tomoe. La vaina de esta katana. Para resumir, en este momento, ya ha pasado el peregrinar y sigo con la intención de pagar por mis pecados, pero, ahora ya estoy abierto a encontrar a mi Kaoru... si no es que ella ya me encontró...